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Las respuestas y el deseo sexual pueden ser tan variados como cantidad de mujeres hay en el mundo. Pero es cierto que algunos factores, entre los que se encuentran los hormonales, la salud física, la edad, la experiencia sexual, especialmente si hay algunas historias traumáticas o temores a quedar embarazada pueden incidir de manera negativa.
Las disfunciones sexuales femeninas pueden afectar cualquiera de las fases de la respuesta sexual: el deseo, la excitación o el orgasmo, siendo la comunicación en la pareja, fundamental para encarar cualquiera de estos problemas.
El miedo a confesar un trastorno de este tipo lleva a que muchas mujeres finjan el orgasmo, sintiéndose infelices en su vida sexual. Algunas cuestiones como el cansancio y el estrés, la utilización de medicamentos como antidepresivos, o los cambios hormonales pueden producir un fuerte impacto en el deseo sexual femenino.
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