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Estudios recientes realizados con ratas sugiere que la alimentación de los padres, así como su peso y sus condiciones físicas en el momento de la concepción, puede influir en la salud del feto y la salud futura del niño después de nacer. De esta manera los padres cuya dieta es elevada en grasas podrían transmitirle diabetes a sus hijos.
Si bien se aclara que este tipo de análisis es difícil de replicar en humanos, la autora del estudio, Margaret Morris, del departamento de farmacología del University of New Soutf Wales, en Sidney Australia, afirma que al momento de la concepción, tanto la madre como el padre tienen el potencial de tener un impacto en la salud de los hijos. En este sentido se recomienda como a las mujeres a los hombres que quieran ser papás, realicen un cambio en su estilo de vida, como ser, dejar de fumar, consumir menos alcohol, hacer ejercicios y llevar una dieta saludable.
Fuente: Vida y Salud.
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