La diabetes es una enfermedad incurable, pero si el diabético acepta su condición de tal, puede tener una buena calidad de vida, si cumple con las indicaciones medicas, pero de no seguir con el tratamiento prescrito es abrirle las puertas a diversos padecimientos entre ellos la
falta de oxigenación al corazón o al infarto.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghB7AxdgvoRFvLSTQ1l8_Kr1LLnl2gVox3F1yGj9dWcAGGM_ivC_LyNFwwCAs5nXW6kgTrLTlNaxntogQjGM5zSmyKwck_i-YXXLGy-WqBkWgSTpMK4eSzRh6QWubOnUFzEuh7jlhq3w/s320/infarto.png)
Si bien es cierto que el padecimiento en cuestión, tiene una
carga genética comprobada y que
se relaciona íntimamente con la obesidad, tendríamos que acudir a la sociología y a estudios psicológicos, para saber porqué una persona que ha sido diagnosticada con la enfermedad, incumple con el tratamiento y niega las complicaciones que se puedan derivar de él, como ceguera, amputación de miembros inferiores, insuficiencia renal o cardiopatías izquémicas.
El cardiólogo que examina un paciente deberá tener en cuenta
diversos factores de riesgo, es decir
sobrepeso, tabaquismo, presión alta, y si tiene
grasas elevadas en la sangre, también tener en cuenta si el paciente practica ejercicios, si vive con estres y también sin olvidar los antecedentes familiares, esta condición es determinante para
sufrir problemas coronarios. Es interesante saber para determinar la
presencia de un infarto, se debe considerar la
aparición de dolor intenso en el pecho (se conoce como angina) y puede desplazarse hacia el cuello o el brazo izquierdo, puede durar hasta 20 minutos o más, el paciente presenta ganas de vomitar ( a veces se produce el vómito), sudor, palpitaciones, palidez e incluso sensación de muerte.
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