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Raúl en cambio no lo dudó el modificó su dieta. Al minuto de enterarse que tenía diabetes tipo 2, dejó de ponerle sus tres cucharaditas de azúcar al té y eliminó las comidas chatarras de su dieta. Esos cambios en la alimentación le hicieron perder peso, pero Raúl se siente débil, sin fuerzas y hasta a perdido masa muscular.
¿Que les falta a ambos?. El ejercicio, a pesar de que Paula y Raúl tienen actitudes distintas ante el control de la enfermedad, ambos podrían reducir en forma significativas sus niveles de azúcar en sangre si dedicaran al menos 150 minutos a la semana de una actividad del tipo aeróbico (como caminar) o inscribirse en un programa de ejercicios supervisado.
Estudios recientes confirman esta afirmación. Uno fue desarrollado por unos investigadores del Hospital de Clínicas Do Porto Alegre Brasil, en el que compararon a dos grupos de personas con diabetes tipo 2: a uno le asignaron un programa de actividades que incluían ejercicios aeróbicos de moderados a intensos y secuencias de resistencia. Al otro grupo solo le aconsejaron que hicieran algún tipo de ejercicio. Al concluir el estudio, se comprobó que el grupo que siguió un programa estructurado de ejercicios logró disminuir su nivel de azúcar con más facilidad que los que solamente aumentaron el nivel de su actividad física.
Fuente: Vida y Salud.
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