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Los primeros síntomas que son imperceptibles los descubre el oftalmólogo con un fondo de ojos encontrando microaneurismas (dilataciones capilares), que pueden sangrar o exudar empeorando la situación lentamente.
Cuando los microaneurismas afectan el centro de la retina, el paciente comienza a notar disminución de visión. Cuando aparecen neovasos (capilares fetales) sobre la retina, estas hemorragias se hacen mas frecuentes, pudiendo llegar a la hemorragia vítrea o al desprendimiento de retina. En los estados avanzados, la disminución de visión aumenta hasta su final, o sea la ceguera del paciente.
El diagnóstico debe realizar el oftalmólogo, realizando un examen oftalmológico completo, haciendo énfasis en:
* Examen de agudiza visual.
* Fondo de ojos con dilatación pupilar.
* Angiografía retinal.
* Tomografía de coherencia óptica (OCT) y ecografía ocular cuando el caso lo requiera.
Fuente: Dr Luciano Berretta.
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