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1. Revisa tus pies diariamente: si tienes ampollas, callos, áreas peladas o enrojecidas. Si no puedes ver con claridad, pide ayuda a otra persona para que exámine cuidadosamente tus pies.
2. Presta atención a la piel: revisa hasta cambios que parezcan insignificante, como enrojecimientos o áreas inflamadas alrededor de las uñas.
3. Mantén los pies bien humectados: utiliza un humectante para mantener la piel de los pies bien suaves. No use lociones entre los dedos para evitar una infección por hongos. Utiliza un medicamento en gel y no en crema para que no queden residuos entre los dedos.
4. Usa calzados apropiado: si los zapatos te quedan muy estrechos o muy grandes pueden sacar ampollas. Trata de que te ajusten lo mejor posible. Usa zapatos cerrados para evitar heridas en los dedos, incluso en el hogar. Revisa los zapatos diariamente para evitar piedritas o suciedad que pudiera entrar accidentalmente y causar roces y heridas en la planta de los pies.
5. Cuidado con las medias: evita aquellas medias que tengan costuras molestas que te rocen y las que mantengan la humedad. Existen medias especiales para diabéticos.
6. Lava diariamente tus pies y sécalos cuidadosamente muy bien.
7. Si tienes algún callo trata de rebajarlo con una lima o piedra pómez, nunca lo cortes ni con tijeras, ni con navajas.
8. Recorta tus uñas y lima los bordes, para evitar uñas encarnadas.
Fuente: Vida y salud.
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