La diabetes, es una enfermedad limpia, que
no produce dolores, ni depresiones, ni es consuntiva, ni contagiosa. Su tratamiento consiste en alimentos que contengan pocos hidratos de carbono (féculas), para mantener el índice de glucosa baja, pero sin debilitar el organismo. La enfermedad
se caracteriza por la abundante secreción de orina cargada de glucosa; de no ser así, la situación sería mas grave para el paciente con diabetes. Existen situaciones en que el azúcar se manifiesta en la sangre y no en la orina, esto, cuando la enfermedad no es tan seria.
CausasEl mal funcionamiento del páncreas y por lo tanto la
secreción de insulina, es insuficiente para controlar el
consumo de la glucosa y el debido
almacenamiento en el hígado y en los músculos. Es difícil que en este tipo de enfermedades no estén comprometidos el hígado y el intestino; ya que no puede aparecer tal enfermedad si la digestión es correcta. Los disgustos, las emociones de cualquier índole que sean y los execesos en el comer y beber, son algunos de los factores preponderantes para predisponer al mal.
SíntomasLa orina es abundante,
soliendo pasar de los tres litros diarios, provocando una sed exagerada, casi insaciable. El apetito es atroz, la vista va flaqueando, se presentan dolores de cabeza, debilidad general y picazón en la piel. Hay casos en que el preludio son granos en distintas partes del cuerpo.
La orina es transparente y de color pálido, espesa y espumosa, debido al azúcar que contiene, manchando la ropa.TratamientoComo es una
enfermedad de la nutrición entonces las medidas más drásticas deberán tomarse con respecto a la alimentación. Aconsejamos
abandonar todos los comestibles refinados y volver a lo integral. De esa manera
el órgano enfermo puede volver a activar la producción de insulina natural, hasta que desaparezca el mal. Lo crudo, en especial, dará al cuerpo lo que necesita para recuperar su función normal.
Suprímase el pan blanco, el arroz, las pastas, el azúcar, los dulces, las tortas de confitería, los caramelos, las carnes, etc. Debe utilizar poroto de soja por su contenido de hidratos de carbono y albúminas, en lugar de los productos cárneos. Consuma alimentos vegetales, verduras, hortalizas, ensaladas y especialmente legumbres verdes, como habas y judías tiernas (chauchas). Evite la sal, como condimento puede usar el tomillo, orégano, eneldo, apio, perejil, comino, cebolla de verdeo, el berro y el rábano silvestre.
Los alimentos fritos o asados deben ser evitados. La alimentación debe ser lo mas crudívora posible. No beber líquidos durante y hasta dos horas después de las comidas para no entorpecer la digestión.
No tomar jamás algo helado. Las aguas y limonadas gaseosas, deberán ser suprimidas por completo y en su lugar irán los jugos de frutas ácidas o hierbas curativas.
Las frutas agrias y amargas colaboran a la recuperación de la salud.