El primer grupo, siguió la dieta mediterránea con aceite de oliva extra virgen, el segundo, siguió la dieta mediterránea con un suplemento de diferentes nueces y un tercer grupo, siguió una dieta baja en grasa. No se les indicó a los participantes que debían perder peso, o que aumentaran su actividad física.
Durante el seguimiento que se les hizo por 4 años, los investigadores encontraron que el grupo de la dieta con aceite de oliva, 80 desarrollaron diabetes tipo 2, en comparación con 92, en el grupo de las nueces y 101 en el grupo que siguió la dieta baja en grasa.
En total, el grupo de aceite de oliva, disminuyó su riesgo de desarrollar diabetes 40 por ciento, comparado con el grupo de dieta baja en grasa. Por su parte, el grupo de las nueces, redujo su riesgo de diabetes 18 por ciento, lo cual no es significativo de acuerdo a los expertos.
Este estudio, fue publicado recientemente en la revista Annals of Internal Medicine, en enero de este año y ha puesto a toda la comunidad científica de buen humor por las buenas noticias. En resumidas cuentas, la investigación, sugiere que es posible reducir el riesgo de desarrollar diabetes cambiando los componentes de la dieta, y en concreto, agregando más aceite de oliva junto con nueces, pescado, frutas, granos enteros y vegetales, que son la base de la dieta mediterránea.
Varios especialistas alrededor del mundo, opinaron sobre los resultados y si bien están de acuerdo en que la dieta mediterránea trae excelentes beneficios para la salud, invitan a las personas en riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón, a valorar también las ventajas que ofrece hacer ejercicio y mantener un peso saludable.
La actividad física, combinada con la dieta mediterránea, puede reducir aún más el riesgo de tener diabetes.
Así que, si estás interesado en reducir tu riesgo de diabetes, considera cambiar tu dieta, incorporando al delicioso aceite de oliva, que por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias es un gran aliado para la salud en general.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: es.wikipedia.org
Durante el seguimiento que se les hizo por 4 años, los investigadores encontraron que el grupo de la dieta con aceite de oliva, 80 desarrollaron diabetes tipo 2, en comparación con 92, en el grupo de las nueces y 101 en el grupo que siguió la dieta baja en grasa.
En total, el grupo de aceite de oliva, disminuyó su riesgo de desarrollar diabetes 40 por ciento, comparado con el grupo de dieta baja en grasa. Por su parte, el grupo de las nueces, redujo su riesgo de diabetes 18 por ciento, lo cual no es significativo de acuerdo a los expertos.
Este estudio, fue publicado recientemente en la revista Annals of Internal Medicine, en enero de este año y ha puesto a toda la comunidad científica de buen humor por las buenas noticias. En resumidas cuentas, la investigación, sugiere que es posible reducir el riesgo de desarrollar diabetes cambiando los componentes de la dieta, y en concreto, agregando más aceite de oliva junto con nueces, pescado, frutas, granos enteros y vegetales, que son la base de la dieta mediterránea.
Varios especialistas alrededor del mundo, opinaron sobre los resultados y si bien están de acuerdo en que la dieta mediterránea trae excelentes beneficios para la salud, invitan a las personas en riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón, a valorar también las ventajas que ofrece hacer ejercicio y mantener un peso saludable.
La actividad física, combinada con la dieta mediterránea, puede reducir aún más el riesgo de tener diabetes.
Así que, si estás interesado en reducir tu riesgo de diabetes, considera cambiar tu dieta, incorporando al delicioso aceite de oliva, que por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias es un gran aliado para la salud en general.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: es.wikipedia.org
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