Nuestro organismo, tiene una serie de recursos propios, los cuales les permiten
mantener en equilibrio algunas de sus funciones opuestas, por ejemplo: la
coagulación de la sangre, es un proceso que lleva a la
solidificación del fluido sanguíneo, algo imprescindible para evitar el derrame de este líquido vital, esto puede producirse frecuentemente
frente a pequeños traumatismos en forma mensual, como el caso de las mujeres durante su período menstrual, es un mecanismo muy importante por si alguien tiene que ser sometido a una cirugía.
Si la sangre se coagúla en exceso, habría dificultad para que pudiera circular, especialmente en
vasos pequeños como los capilares sanguíneos, incluso
formarían coágulos o grumos, estos
se denominan trombos, que
tapan los vasos sanguíneos, la
coagulación de la sangre debe estar balanceada, no debe ser excesiva como para formar trombos, ni insuficiente como para promover
sangrados peligrosos.Los diabéticos, se encuentran entre aquellas personas que presentan, elevados niveles de
inactivador del plasminógeno, esto favorece una tendencia hacia la
coagulación de la sangre, es uno de los factores importantes, por los cuales tienen una mayor prospección a experimentar
ataques cardiacos, también
problemas cerebrovasculares, sucede habitualmente en los
diabéticos tipo 2. Existe una sola manera de tener en equilibrio los valores del activador y del inactivador del plasminógeno (coagulación y anticoagulación de la sangre), deje de fumar, coma de forma adecuada, practique actividad física en forma regular, reducir el peso corporal y
mantener el control de la glucosa.
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