Historia de la diabetes, sus comienzos
Los antiguos habían observado que ciertos enfermos que orinaban abundantemente morían en un estado avanzado de desnutrición. Avicena había comprobado que la orina de los diabéticos era dulce, hecho sobre el cual, Tomás Wills volvió a insistir, muchos años mas tarde distinguió en esta forma la diabetes. Un siglo mas tarde en 1773, Pool y Docson comprobaron la presencia de azúcar en la orina.
El origen de la glucosuria fue aclarado en 1889, cuando se demostró la existencia de la glucosa en la sangre. Poco después, Claudio Bernard puso en evidencia la función del hígado y del sistema nervioso en el metabolismo de los hidratos de carbono y atribuyó la diabetes a trastornos hepáticos o bulbares.
Indiscutiblemente se había avanzado mucho en el conocimiento de la enfermedad. Pero, tanto desde este punto de vista, como del tratamiento y pronóstico, el mayor adelanto se debe a Federico Banting, quien, junto con su ayudante Carlos Best, comprobó que la extirpación o destrucción del páncreas producía los signos típicos de diabetes y que esta enfermedad se podía evitar mediante la inyección de un extracto de páncreas.
La substancia activa fue denominada insulina por proceder de los islotes de langerhans de esa glándula. Gracias a la insulina el pronóstico de la diabetes se modificó fundamentalmente: en adelante nadie debía morir de diabetes mientras tuviera insulina a su disposición .
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