Ya estamos en un nuevo año, el 2013, llevo ya seis años conviviendo con mi amiga, su nombre es diabetes tipo 2, la verdad nunca pensé que fuera tan caprichosa, diariamente exige pincharme los dedos, quiere saber mi nivel de glucosa, como estas hoy?, me pregunta y así sucesivamente. Y con estos días del comienzo del nuevo año, la glucosa siempre alta, muy alta, (rondando los 300 mg/dl y los pinchazos para la insulina son constante y mi estado declina.
Esta bien, no me cuidé como debí hacerlo, la tentación fue muy grande, como negarme a todos los manjares que había sobre la mesa (nada para diabéticos) y el champán y toda la confitura a la hora del brindis, no, imposible detenerse ante tantas cosas ricas. La verdad es que hoy estoy pagando las consecuencias de mi falta de responsabilidad. Se muy bien que el único responsable del cuidado de mi salud soy yo, el resto, es decir, la familia me puede acompañar, aconsejar, pero el único responsable soy yo y esta vez no tuve la voluntad, ni el respeto necesario hacia mi persona, y mi salud.
Bueno, mi querida esposa me acompaña hoy a ver a mi medico diabetólogo y el con su santa paciencia, hará que mi estado vuelva a ser el mejor, claro de a poco y la glucosa vuelva a sus niveles normales y pedirle a Dios que este momento difícil, no me traiga a colación, otro problema de los que suelen ser muy constantes en el paciente diabético.
Esta bien, no me cuidé como debí hacerlo, la tentación fue muy grande, como negarme a todos los manjares que había sobre la mesa (nada para diabéticos) y el champán y toda la confitura a la hora del brindis, no, imposible detenerse ante tantas cosas ricas. La verdad es que hoy estoy pagando las consecuencias de mi falta de responsabilidad. Se muy bien que el único responsable del cuidado de mi salud soy yo, el resto, es decir, la familia me puede acompañar, aconsejar, pero el único responsable soy yo y esta vez no tuve la voluntad, ni el respeto necesario hacia mi persona, y mi salud.
Bueno, mi querida esposa me acompaña hoy a ver a mi medico diabetólogo y el con su santa paciencia, hará que mi estado vuelva a ser el mejor, claro de a poco y la glucosa vuelva a sus niveles normales y pedirle a Dios que este momento difícil, no me traiga a colación, otro problema de los que suelen ser muy constantes en el paciente diabético.
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