Nadie tiene dudas acerca de que las hortalizas son ingredientes indispensables para una alimentación sana y natural y, por esa razón están presentes en las mesas de todo el mundo. De muy diversos orígenes, pero de valores nutricionales parecidos, la mayor parte del peso de estos sabrosos vegetales se debe al agua que contienen (entre un 70 y un 95 por ciento). Sin embargo, nos suministran una amplia gama de vitaminas y elementos minerales, además de una notable cantidad de fibras dietéticas que estimulan las funciones digestivas.
El principal valor nutritivo de las hortalizas es su elevado contenido de vetacarotenos (precursor de la vitamina A), ácido ascórbico (vitamina C) y ácido fólico, sobre todo si se las compara con los cereales, que carecen de estos factores. Por eso cumplen una importante misión en la alimentación, al equilibrar las deficiencias de otros grupos de alimentos. Dentro del conjunto de las hortalizas, el tomate, es el producto más popular y utilizado en la cocina diaria.
Efecto sobre la diabetes.
Los tomates son una buena fuente del mineral llamado cromo. Se ha demostrado que el cromo puede ayudar a los pacientes diabéticos a mantener sus niveles de azúcar en la sangre bajo control. Una taza de tomate proporciona 7,5 por ciento del valor diario recomendado para el cromo. El jugo de tomate también ofrece beneficios especiales a los pacientes con diabetes tipo 2 que tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Cuando la salud de los vasos sanguíneos se altera, como es el caso de la diabetes, las plaquetas (las partes de la sangre responsable de la preservación de los vasos sanguíneos sanos) se adhieren a la mucosa de la pared del vaso, que, con el tiempo, puede conducir al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.
El tomate por su bajo contenido en hidratos de carbono, bajo índice glucémico (15) y variedad de preparaciones y platos para incluir en la alimentación es una verdura muy recomendada para el menú diario de las personas con diabetes.
Fuente: Rev Diabetes Hoy
Gráfico: interempresas.net
El principal valor nutritivo de las hortalizas es su elevado contenido de vetacarotenos (precursor de la vitamina A), ácido ascórbico (vitamina C) y ácido fólico, sobre todo si se las compara con los cereales, que carecen de estos factores. Por eso cumplen una importante misión en la alimentación, al equilibrar las deficiencias de otros grupos de alimentos. Dentro del conjunto de las hortalizas, el tomate, es el producto más popular y utilizado en la cocina diaria.
Efecto sobre la diabetes.
Los tomates son una buena fuente del mineral llamado cromo. Se ha demostrado que el cromo puede ayudar a los pacientes diabéticos a mantener sus niveles de azúcar en la sangre bajo control. Una taza de tomate proporciona 7,5 por ciento del valor diario recomendado para el cromo. El jugo de tomate también ofrece beneficios especiales a los pacientes con diabetes tipo 2 que tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Cuando la salud de los vasos sanguíneos se altera, como es el caso de la diabetes, las plaquetas (las partes de la sangre responsable de la preservación de los vasos sanguíneos sanos) se adhieren a la mucosa de la pared del vaso, que, con el tiempo, puede conducir al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.
El tomate por su bajo contenido en hidratos de carbono, bajo índice glucémico (15) y variedad de preparaciones y platos para incluir en la alimentación es una verdura muy recomendada para el menú diario de las personas con diabetes.
Fuente: Rev Diabetes Hoy
Gráfico: interempresas.net
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