La lucha continúa día a día, como dice su nombre, es una lucha diaria, la lucha en mantener la glucosa a raya, es decir dentro de los valores normales o por lo menos lo más aproximado a lo normal. El ejercicio, la alimentación, la vida en familia con mis hijos y mis nietos y mi pareja María Inés, quien tuvo que adaptarse a mis costumbres como diabético para acompañarme en mi lucha, juntamente con mis hijos.
El dormir mal y levantarme cada una hora o un poquito más al baño, mis cambios de carácter y sensación de hambre a las tres de la mañana, mis estados gripales y la medicación a horario, todo eso y a otras cosas más tuvo que adaptarse María Inés para poder entenderme y luchar a mi lado con su paciencia y su palabra de aliento, que pronto vamos a lograr que la glucosa este más baja, que vamos a lograrlo, que no desespere.
Cuanta razón tenía hace ya cuatro días que el azúcar en sangre se mantiene en la banda de los 120 y los 128 mg/dl, gracias María Inés, gracias hijos, gracias familia, hoy me siento diferente distinto con más ganas de seguir luchando y mantener lo conseguido.
Con la glucosa en los valores mencionados arriba mi vida cambió, me siento mucho mejor con más ganas de hacer cosas, mis días son más lindos, más alegres y divertidos es como ver las cosas desde otro ángulo.
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