miércoles, 18 de julio de 2012

Una insulina para la diabetes en niños (2).

"La detección puede darse de dos formas. Con el niño medianamente compensado, pero en presencia de ciertos síntomas, como orinar mucho, tener análisis de sangre que den positivos o de orina que marquen que hay glucosa positiva; o bien con el niño completamente descompensado que es lo que habitualmente pasa. En esos casos hay que internar, hidratar y compensar para recién después empezar a pensar en el tratamiento".

 En cuanto a este punto hay pilares bien establecidos.  Por un lado, la administración de insulina que reemplaza lo que el organismo no puede producir. "Por lo general se realizan al menos cuatro controles diarios: 2 con insulina basal - que es la de acción lenta - y 4 con insulina rápida, antes de las comidas. En cuanto a la alimentación los planes suelen ser amplios y las dietas saludables y normocalóricas", refirió la doctora Mazza. "Cuando los chicos son un poco más grandes, se les enseña a calcular los hidratos de carbono". Tanto éstas como otras herramientas de educación son vitales en el abordaje de los pacientes con diabetes, sobre todo cuando son niños, en cuyo caso es importante también educar a la familia".


Entre los objetivos del tratamiento en los más chicos, se cuentan: alcanzar un crecimiento normal, llevar una vida igual a la de otros chicos de la misma edad, evitar los síntomas y sobre todo prevenir las complicaciones. Cabe aclarar que la extensión en la licencia de comercialización de detemir (que ya se utilizaba a partir de los 6 años) no sólo se basa en estudios comparativos, sino que además se apoya en la opinión positiva que emitió el Comité Europeo para Productos Medicinales de Uso en Humanos (CHMP, por su sigla en inglés) y en datos que demuestran que es una opción terapéutica muy efectiva.
Fuente: Rev Saber Vivir (pediatría).

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