Influencia psicológica.
La mayoría de los problemas de la esfera sexual tienen su origen en aspectos psicológicos. De entrada el diagnóstico de la diabetes ya supone un fuerte impacto, que cuesta tiempo asumir y aceptar, junto con una fuerte carga de ansiedad y en algunos casos, depresión asociadas. En esos momentos es difícil concentrarse y llegar a una sexualidad plena.
La actitud de la pareja hacia la persona diabética influye por sobremanera, ya que tiene que ser comprensiva e informarse adecuadamente en vez de obviar el tema. En las mujeres jóvenes es posible encontrar miedo a embarazos no deseados, temor a no ser capaz de conseguir una gestación buena, etc.
Estos temas son causa de numerosos conflictos de pareja. Además, algunas personas con diabetes tienen una baja autoestima, con lo que se sienten francamente inseguros. Esta inseguridad llevada a la esfera de la sexualidad hace que surjan problemas por temor a no cumplir sus propias expectativas o las de su pareja. Como en otras esferas de la vida, las tensiones laborales, problemas familiares y otros, muchos problemas pueden tener su repercusión indirecta sobre la vida sexual.
Hablar sin tabúes.
Las personas diabéticas son sexualmente iguales a las demás y por lo tanto capaces de desarrollar una vida sexual plena y satisfactoria. Si hay circunstancias que pueden modificar su actitud ante el sexo, índole psicológico, como pueden ser miedos, angustia, rechazo de la diabetes, falsas creencias, inseguridad, etc.
Esto suele crear además problemas de relación, no sexual, con otras personas, laborales. etc. También pueden presentarse ciertos casos de problemas físicos ya comentados, generalmente asociados a la edad, larga evolución de la diabetes y mal control de esta con la aparición de complicaciones crónicas que pueden dificultar la relación sexual.
Fuente: Rev Diabetes.
La mayoría de los problemas de la esfera sexual tienen su origen en aspectos psicológicos. De entrada el diagnóstico de la diabetes ya supone un fuerte impacto, que cuesta tiempo asumir y aceptar, junto con una fuerte carga de ansiedad y en algunos casos, depresión asociadas. En esos momentos es difícil concentrarse y llegar a una sexualidad plena.
La actitud de la pareja hacia la persona diabética influye por sobremanera, ya que tiene que ser comprensiva e informarse adecuadamente en vez de obviar el tema. En las mujeres jóvenes es posible encontrar miedo a embarazos no deseados, temor a no ser capaz de conseguir una gestación buena, etc.
Estos temas son causa de numerosos conflictos de pareja. Además, algunas personas con diabetes tienen una baja autoestima, con lo que se sienten francamente inseguros. Esta inseguridad llevada a la esfera de la sexualidad hace que surjan problemas por temor a no cumplir sus propias expectativas o las de su pareja. Como en otras esferas de la vida, las tensiones laborales, problemas familiares y otros, muchos problemas pueden tener su repercusión indirecta sobre la vida sexual.
Hablar sin tabúes.
Las personas diabéticas son sexualmente iguales a las demás y por lo tanto capaces de desarrollar una vida sexual plena y satisfactoria. Si hay circunstancias que pueden modificar su actitud ante el sexo, índole psicológico, como pueden ser miedos, angustia, rechazo de la diabetes, falsas creencias, inseguridad, etc.
Esto suele crear además problemas de relación, no sexual, con otras personas, laborales. etc. También pueden presentarse ciertos casos de problemas físicos ya comentados, generalmente asociados a la edad, larga evolución de la diabetes y mal control de esta con la aparición de complicaciones crónicas que pueden dificultar la relación sexual.
Fuente: Rev Diabetes.
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