miércoles, 19 de junio de 2013

Pescado: puro beneficio para la salud (3ra parte).

Supervitaminas

El pescado presenta un contenido vitamínico interesante. Posee diferentes vitaminas del grupo B como B1, B2, B3 y B12 y vitaminas liposolubles entre las que se destacan la vitamina A, la D y en menor proporción, la E, presentes principalmente en el hígado de los pescados blancos y en la carne de los azules. Las vitaminas A y E son de gran interés nutricional porque poseen acción antioxidante, es decir, constituyen un factor protector frente a ciertas enfermedades degenerativas cardiovasculares y el cáncer.


Corazón y cerebro.

Una de las principales razones por las cuales se recomienda el consumo de pescado es porque combate una de las mayores amenazas para la salud en los países occidentales: morir de un infarto. Esa protección proviene principalmente del aceite de pescado, la fuente natural más rica de ácidos grasos omega 3. Estos ácidos estabilizan el ritmo cardiaco.

No solo el corazón se beneficia cuando se consumen alimentos del mar, sino también el cerebro. Los amantes del pescado sufren menos ataques de ACV (según algunos estudios este riesgo se reduce en un 40 por ciento), y cada vez hay más pruebas de que los ácidos grasos omega 3, ayudan al cerebro en sus funciones cotidianas.

Propiedades antiinflamatorias.

El consumo de pescado azul puede resultar beneficioso para aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide. A partir de los ácidos grasos omega 3, presentes en estos pescados, se forman sustancias de acción antiinflamatorias llamadas prostaglandinas. De acuerdo a algunas investigaciones, una dieta rica en ácidos grasos omega 3 y antioxidantes podría mitigar la inflamación.
Fuente: Rev Diabetes.

lunes, 17 de junio de 2013

Pescado: puro beneficio para la salud (2da parte).

Líder en prevención de enfermedades.

Diabetes.

Los diabéticos tienen un incremento muy significativo de riesgo de sufrir un daño cardiovascular por lo que resulta importante el manejo de una dieta adecuada para evitar este problema.


Existen estudios que demuestran que la alimentación con aceites de pescado baja el nivel de triglicéridos y del colesterol "malo" (LDL) y en consecuencia reduce la posibilidad de daño cardiaco. Este estudio concluye que la suplementación con aceite de pescado es seguro en pacientes con diabetes tipo 2 y puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares relacionadas con altos niveles de triglicéridos en la sangre. Por otro lado, según una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Valencia, el consumo de pescado estaría vinculado a una menor concentración de glucosa y un menor riesgo de diabetes. En este estudio también se halló que la ingesta regular de pescado disminuye de sufrir de enfermedades cardiovasculares. Estos nuevos hallazgos, se suman a los de muchos otros estudios que han evidenciado los grandes beneficios del pescado. Entre los que se encuentran la protección que le aporta al corazón y a las arterias, sus cualidades antiinflamatorias, la prevención del cáncer, entre otros.

Además, una de las hipótesis de este estudio es que el pescado podría estar ayudando a reducir el riesgo de sufrir diabetes por tener un alto contenido de ácidos grasos omega 3 en sus células y eso mejoraría la sensibilidad de la insulina. 

En líneas generales la recomendación nutricional en pacientes diabéticos es consumir pescado dos o tres veces a la semana.
Fuente: Rev Diabetes.

sábado, 15 de junio de 2013

Pescado: puro beneficio para la salud (1ra parte).

Los pescados poseen propiedades nutricionales que los convierten en alimentos fundamentales dentro de lo que se considera una alimentación equilibrada para las personas con diabetes. El pescado es uno de los alimentos con mejor fama en el ámbito de la nutrición. Dentro de los beneficios nutricionales se puede decir que poseen proteínas de excelente calidad y que, además, presentan un perfil de lípidos (grasas) más saludable que el de otros alimentos también ricos en proteínas, como las carnes.


Pocas calorías.

El pescado es ideal para acompañar una dieta hipocalórica ya que su contenido calórico oscila entre 70 a 80 cal por 100 gramos en los pescados magros y 120 a 200 cal por 100 gramos en los grasos o azules, por lo que constituyen una buena opción para formar parte de la alimentación de personas con exceso de peso.

Aporte nutritivo.

El contenido de proteínas en los pescados ronda el 15 al 20 por ciento y, en el caso de los azules, superan el 20 por ciento. Además, se consideran que estas proteínas tienen un alto valor biológico porque contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita en cantidad y proporción adecuadas. La ingesta de pescados cuya espina también se come, como es el caso de especies pequeñas o enlatadas (sardinas, anchoas, etc), es una fuente alimenticia de calcio, mineral que se acumula en los esqueletos de los animales.
Fuente: Rev Diabetes.

jueves, 13 de junio de 2013

Cómo prevenir problemas dentales (2da parte).

Saliva con alto nivel de glucosa.

Muchas personas se preguntan cómo se relaciona la diabetes con las enfermedades periodontales y la respuesta es fácil, por la saliva. En ésta también se encuentra presente el alto nivel de azúcar y glucosa. Además, es la saliva, la que está en contacto con los dientes y las encías. El azúcar es la que favorece en la creación de la capa bacteriana y la glucosa es la que se encarga de aumentar el número de bacterias que van a atacar a los dientes.


Estas bacterias comienzan a trabajar en las encías del paciente, que son las que deben permanecer fuertes para así mantener inmunes a los dientes. Pero al encontrarse débiles por el ataque permanente de estas bacterias, comienzan a sangrar y a desprenderse de las piezas dentales. Los dientes también se ven afectados, más aún cuando las bacterias comienzan a trabajar en el hueso. Esto es lo que provoca que los dientes se pierdan.

Síntomas de advertencia.

Para saber si la diabetes pudo haber ocasionado daño a los dientes o a las encías, observe si presenta alguno de estos síntomas:

* Encías rojas, hinchadas y dolorosas.
* Sangrado de encías.
* Dientes despegados de las encías y con apariencias de ser más largos.
* Dientes flojos o muy sensibles.
* Presencia de mal aliento.
* Cambios en la mordida.
* Dificultades en la adaptación de prótesis hechas a su medida.

Cualquiera de estos síntomas puede estar dando la pista de un trastorno bucal. Consulte sin demora con el odontólogo.
Fuente: Rev Diabetes.

martes, 11 de junio de 2013

Cómo prevenir problemas dentales (1ra parte).

Curiosamente dos sitios ubicados en posiciones extremas del cuerpo suelen ser problemáticas para la persona con diabetes.


Una de las causas que origina que una persona pierda sus dientes es la diabetes. La sangre de un ser humano debe mantener su nivel de azúcar en una altura media, las personas que superaron este nivel son las que padecen de diabetes. Estas personas que tienen elevado su nivel de azúcar en la sangre son las más propensas  a sufrir enfermedades periodontales. ¿Porque?. Sencillo: el alto grado de azúcar es de mucha ayuda para las bacterias, las ayuda a crecer y formar una capa que cubra todo el diente. Se trata de una lámina muy pegajosa que se va llenando de microbios, pues es la glucosa la que favorece en el crecimiento de estos síntomas. Si no se recibe una buena higiene dental o un tratamiento odontológico la placa bacteriana, como comúnmente se la llama, va afectando a todos y a cada uno de los dientes. Esto es lo que provoca que los dientes comiencen a deteriorarse.

Eso es mucho más grave para las personas que sufren de diabetes, pero no saben o no se controlan el nivel de azúcar, ya que cuando empiezan a tener problemas en las encías y dientes, al último factor que señalan es a esta enfermedad. Al no saber o no controlar su grado de azúcar, tampoco reciben tratamientos médicos que puedan indicarles que al sufrir de diabetes corren mucho riesgo de contraer cualquier complicación, enfermedad o infección en sus encías.
Fuente: Rev Diabetes.

domingo, 9 de junio de 2013

Pan, cómo incluirlo en la dieta.

Es cierto que los carbohidratos elevan la glucosa, pero también es cierto que son una fuente primordial de energía para el cuerpo,  entonces ¿se deben comer o no?.


Comer este alimento es indispensable para darle al organismo la energía que necesita diariamente para llevar a cabo sus funciones, de ahí la necesidad de aprender a elegir el pan de una forma adecuada para que así no se eleve la glucosa.

Para determinar si es adecuado consumir pan cuando se tiene diabetes, es importante conocer el proceso de elaboración de este alimento, pues con la industrialización se favoreció el pan elaborado con harina de trigo refinada, la cual está libre de nutrientes y fibra, porque se elimina del grano el germen y la cascarilla y solo se utiliza la parte interna del trigo denominada albúmen, con ello se logra obtener una harina resistente al paso del tiempo, que puede ser almacenada por largos períodos. Y si a ese pan elaborado con harina de trigo refinada se le agrega colorantes, conservadores, endulzantes, efectivamente se está frente al peor enemigo de la diabetes.

Es importante, saber que existe una extensa variedad de panes y que no todos están elaborados con harina de trigo, tal es el caso del pan de avena, de centeno, de maíz, incluso, hay panes elaborados con semillas como la de girasol y la de lino que ofrecen un alimento muy nutritivo. La recomendación es elegir un pan integral, lo que significa, que para su elaboración se usa el grano entero, conservando todas sus partes como la cáscara (salvado). En este caso los beneficios son:

* Proporciona minerales como calcio, hierro, potasio, sílice, etc.
* Aporta fibras, fundamental en la regulación de la absorción de nutrientes y movilidad intestinal, lo cual evita el estreñimiento. Además, la fibra es el único tipo de carbohidrato que no eleva el nivel de azúcar en la sangre, por eso los expertos consideran que los diabéticos deben consumir más fibra que el resto de las personas para controlar los niveles de glucosa.
Fuente: Rev Diabetes.

viernes, 7 de junio de 2013

¿Tienes diabetes? ¿hiciste tu chequeo anual de la vista? (2da parte).

¿Cada cuanto tiempo necesitas revisarte la vista?.

Con la vista no se juega. Es importante que sigas las recomendaciones de tu médico.


 Si tienes entre 10 y 29 años de edad y has tenido diabetes durante los últimos 5 años, necesitas un examen anual con dilatación

Si tienes 30 años o más debes hacerte un examen anual con dilatación, no importa por cuanto tiempo hayas tenido diabetes. Y si ya has desarrollado alguna enfermedad de la vista, necesitarás exámenes con mayor frecuencia.

Si nota algún cambio en la visión.

Si estas embarazada o planeas un embarazo.

Aunque tu médico de cabecera te revise los ojos, no basta. Tampoco cuenta que vayas a la óptica a que te midan la graduación de tus gafas. Solamente los oftalmólogos pueden detectar las señales de las condiciones como la retinopatía y solamente él o ella pueden tratarlas. Que no se te olvide.

Es importante que acudas al especialista si entre un examen y otro experimentas algunos de los siguientes síntomas:

Tienes la visión borrosa o turbia.

Se te dificulta la lectura de libros o de señales.

Te duele uno o ambos ojos y/o se enrojecen.

Las líneas rectas las ves distorsionadas.

Ves doble.

Sientes presión en los ojos.

Comienzas a ver puntos o manchas que se mueven (flotantes o moscas volantes).

Pierdes la visión periférica (no ves bien las cosas a los lados).

Además del examen anual de la vista, es importante que trates de mantener tu nivel de glucosa en la sangre bajo control, así como el de tu presión arterial ya que la hipertensión puede empeorar los problemas de la vista. Y si fumas, por favor, deja de fumar. Esto contribuirá a mantener tus ojos saludables a pesar de la diabetes. No te descuides y comienza por llamar al oftalmólogo para programar tu próxima visita.
Fuente: Vida y Salud.


martes, 4 de junio de 2013

¿Tienes diabetes? ¿hiciste tu chequeo anual de la vista? (1ra parte).

La diabetes puede afectar la  vista de los que la padecen, al punto de hacerles perder la visión. Un examen de la vista anual puede ayudar a detectar y a tratar a tiempo los daños causados por la diabetes, previniendo o retrasando la ceguera en el 90 por ciento de los casos, según cálculos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Quizás te sorprenda saber que no todos los diabéticos se examinan la vista con la frecuencia que debieran, a pesar de saber las consecuencias.


Si tienes diabetes, con seguridad tu doctor te ha puesto al tanto de los riesgos de la enfermedad en relación a la salud de tus ojos. De hecho, es una de las grandes enemigas de la visión. La diabetes es una de las causas principales de la ceguera irreversible en todo el mundo. En los Estados Unidos, por ejemplo, es la causa principal de los casos nuevos de ceguera diagnosticado en los adultos entre los 20 y los 74 años. Unos 20 millones de estadounidenses tienen diabetes, por lo que resulta crítico que se examinen la vista cada año, para reducir complicaciones y el riesgo de desarrollar glaucoma, cataratas y otras condiciones como el edema macular.

Un exámen anual no es mucho pedir para conservar algo tan valioso como la vista. Por eso sorprenden los resultados de una investigación reciente, dados a conocer por la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) en un comunicado a principio de este mes de mayo.

A pesar de que el 96 por ciento de un grupo de adultos con diabetes está consciente de que la diabetes puede conducir a la ceguera, un 20 por ciento de ellos no se ha hecho un examen de la vista en los pasados 12 meses.

Dentro del 97 por ciento del grupo de diabéticos que se han hecho alguna vez un examen de la vista después del diagnóstico, un 13 por ciento admite que no les hicieron un examen con dilatación, como se recomienda.

Más de la mitad del grupo no está familiarizado con condiciones como la retinopatía o el edema macular.

¿Qué significa todo esto?. Pues que un porcentaje importante de los pacientes diabéticos, incluso conociendo las consecuencias negativas de la diabetes, no toman los pasos necesarios para proteger su visión. Es un gran error que tú no debes cometer.
Fuente: Vida y Salud.

sábado, 1 de junio de 2013

Edulcorantes.

La diabetes no es un sinónimo de prohibición de comer dulces. Sí se pueden consumir, pero hay que saber cómo hacerlo. Uno de los aliados es la utilización de edulcorantes en las preparaciones que permiten saborear un rico postre y aún así mantener el nivel de glucosa dentro de los parámetros normales.


Para una persona que tiene diabetes no existen prohibiciones alimentarias, pero si ciertas reglas que debe cumplir a rajatabla para evitar un aumento de la glucosa. Una de ellas es saber combinar los alimentos y realizar los intercambios de los hidratos de carbono que hacen subir el azúcar. Los postres, por ejemplo,  hacen que se eleve el azúcar, al igual que las frutas, las pastas o el pan. Por eso, es aconsejable, que si se va a comer un hidrato, se realice el intercambio necesario para evitar una alteración en la glucosa. 
También hay que aprender a preparar los alimentos en forma saludable y para ello, hoy en día se cuenta con grandes aliados. ¿Quienes son?. Los edulcorantes, con sus variedades y características.

Endulzantes, no todos son iguales.

Si bien el azúcar es el edulcorante más natural, también existen en el mercado edulcorantes, tanto naturales como artificiales que no aumentan el azúcar en sangre. Estos productos son los más recomendables para las personas con diabetes porque son una opción segura para endulzar las comidas. Hay varios tipos:

1. Naturales: 

* Stevia, considerada uno de los endulzantes naturales más potente que existen, llegando a tener un dulzor 30 veces mayor que el azúcar, incluso, se puede cultivar en una casa.

* Sucralosa (splenda y sucaryl sucralosa): es el edulcorante de bajas calorías más nuevo que ofrece el mercado. No le afecta el calor y mantiene el dulzor en bebidas calientes, productos horneados y alimentos procesados.

2. Sintéticos:

* Sacarina (sweet N low, sugar twin): se puede utilizar para endulzar alimentos calientes y fríos. Endulza 300 veces más que el azúcar.

* Aspartamo (nutra sweet, equal): tiene entre 180 y 200 veces el poder edulcorante del azúcar. Su única contraindicación es utilizarla en caso de fenilcetonúricos. Es probablemente el edulcorante de elección por su seguridad e inocuidad. El inconveniente que presenta es que es sensible al calor, perdiendo además su poder edulcorante en los procesos culinarios. No es apto para temperaturas altas, produciendo un tóxico.

* Acesulfamo de potasio (sweet one, swiss sweet, sunett): tiene 200 veces el poder edulcorante del azúcar. No se metaboliza y se elimina inalterado a la hora y media. Se considera seguro y tiene la ventaja de soportar altas temperaturas, por lo tanto, puede utilizarse para cocinar.
Fuente: Rev Diabetes.