Para que la insulina surta el efecto deseado, debes administrarla en la dosis correcta. Sin embargo, en ocasiones el cálculo puede fallar, o puede ser que otros factores, como no comer, o hacer ejercicios, tengan influencia en su absorción y el resultado sea una sobredosis de insulina.
Pensar que puedes sufrir una sobredosis de insulina, puede sonar a algo que no tendría porque suceder si sabes exactamente la dosis que debes administrarte y si estás supervisado muy de cerca por tu médico. Sin embargo, podría suceder en los siguientes casos:
* Si estas usando un dispositivo nuevo, o no sabes leer bien o interpretar la dosis que debes usar.
* A pesar de que te inyectas la cantidad indicada, te inyectas el tipo de insulina equivocada. Por ejemplo si usas "X" número de unidades de insulina de acción prolongada y te inyectas ese mismo número de insulina de acción corta. Esto puede suceder con frecuencia.
* Si te inyectas insulina y no comes después de inyectarte. Esto puede causar que el azúcar en tu sangre se baje a niveles peligrosos.
* Cuando te inyectas la cantidad adecuada, pero lo haces en una pierna, o en un brazo, justo antes de hacer ejercicio. Recuerda que el ejercicio afecta la absorción de la insulina y más si la inyectas en un lagar que vas a ejercitar.
Si te llegara a suceder una sobredosis de insulina, entonces sufrirás una disminución en tus niveles de glucosa en la sangre. Este fenómeno que se conoce como hipoglicemia (hipoglucemia). Los síntomas no se hacen esperar.
Puedes experimentar:
1. Fatiga o cansancio.
2. Irritabilidad.
3. Mucha hambre.
4. Ansiedad.
5. Confusión.
6. Sudoración fría.
7. Temblores en las manos.
Cuando la glucosa (azúcar) en tu sangre baja a niveles exagerados, es peligroso porque puedes sufrir convulsiones y perder la conciencia (desmayarte). Así que si notas estos síntomas, debes actuar de inmediato. ¿Que puedes hacer si piensas que estas sufriendo de una sobredosis de insulina?.
En primer lugar, debes chequear tu nivel de azúcar. Si confirmas que está por debajo de 70 mg/dl haz lo siguiente:
* Come algo que contenga carbohidratos. Toma media taza que contenga jugo de frutas endulzado o medio vaso de soda regular. Comer un caramelo también sirve.
* Descansa.
* Luego de 15 a 20 minutos de comer o beber, revisa nuevamente tu glucosa. Si notas que aún esta baja, nuevamente come o bebe algo que suba rápidamente el azúcar en tu sangre (15 gramos de carbohidratos).
* Observa si sigues con síntomas.
Si luego de que hiciste lo anterior te sientes mal, busca atención médica de inmediato.
Fuente: vida y salud.
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