viernes, 13 de enero de 2012

Métodos alternativos para administrar la insulina ¿cual te conviene?

Muchas personas con diabetes necesitan ciertas dosis de insulina diariamente, antes solo podían hacerlo con inyecciones, con el avance científico se han desarrollado varios métodos, menos dolorosos y con distintas ventajas para adaptarlos al estilo de vida particular de cada uno.

La diabetes es una condición crónica que se caracteriza porque el cuerpo o no produce, o no es suficiente, o no usa adecuadamente la insulina, una hormona que fabrica el páncreas, que tiene la misión de llevar la glucosa a las células de todo el cuerpo. La glucosa (azúcar) es la fuente principal de energía de las células y la única que utilizan el cerebro y el sistema nervioso central.

Cuando falta insulina o la que se produce no puede cumplir bien su función, aumenta el nivel de glucosa en la sangre, lo que puede provocar muchos problemas, tanto a corto como a largo plazo. Por eso, muchas personas con diabetes necesitan utilizar insulina a diario, para que el cuerpo pueda recibir la energía que necesita y poder realizar todas sus funciones correctamente.

Hasta hace poco tiempo, la única manera de hacerlo era aplicando las tradicionales inyecciones. Hoy gracias a los avances científicos, existen varios métodos para aplicarse este medicamento. Ellos son:

* Bomba de insulina: una excelente alternativa a las inyecciones ya que le proporciona insulina al cuerpo las 24 horas del día, a través de un catéter (un tubito) que se pone debajo de la piel.

* Lapiceras de insulina: se llaman así por su forma similar a un bolígrafo pero en vez de tinta tienen un cartucho de insulina que puedes inyectar de una manera más sencilla y menos dolorosas que las jeringas tradicionales.

* Puertos de inyección o infusores de insulina: se trata de un tubo pequeñito que se coloca dentro del tejido que está debajo de la piel, con un parche sobre la superficie que lo mantiene firme en su lugar, luego la insulina se coloca por este lugar, ya sea, con una jeringa tradicional o con una lapicera de insulina, sin necesidad de volver a pinchar la piel.

* Asistentes de inyecciones: se trata de mecanismos que facilitan la colocación de inyecciones con agujas y jeringas, usando guías estabilizadoras o un dispositivo que sostiene la jeringa y la acciona mediante un resorte. Muchos de estos dispositivos tienen un botón que al presionarlo hacen todo el trabajo por si solo y las personas pueden inyectarse sin esfuerzos ni complicaciones.

* Inyector a chorro: a diferencia de las jeringas tradicionales, en lugar de una aguja, estos dispositivos disparan la insulina dentro de la piel usando una presión de aire muy fuerte.

Todos estos métodos tienen sus ventajas y desventajas. Lo bueno es que puedes elegir el que te resulte más cómodo y que mejor se adapte a tu estilo de vida.
Fuente: vidas y salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario