martes, 20 de agosto de 2013

Diabetes infantil (2da parte)

Los pilares del tratamiento.

La finalidad es mantener los niveles de azúcar en la sangre lo más normales posible (70 a 110 mg en ayunas y menos de 140 a las 2 horas de una comida). Un nivel demasiado elevado (hiperglucemia) puede provocar fatiga, excesiva orina, sed constante, pérdida de peso y aumento del nivel de cetonas (combustión de grasas para producir energía) en el organismo.


Por el contrario, un nivel bajo (hipoglucemia) puede causar debilidad, mareos, confusión y, a veces, desmayos. Los niveles adecuados se consiguen mediante una combinación de un plan alimentario controlado con atención en la ingesta de azúcares simples, la aplicación de insulina y la realización de actividad física programada (en los niños hay que tratar de buscar actividades divertidas, en equipo).

El plan alimentario saludable.

Es importante que la nutrición del niño sea sana y equilibrada, rica en fibras y en hidratos de carbono. Las cantidades de alimento que debe comer cada niño dependen de su edad y peso. El especialista en nutrición es el que debe asesorar a los padres sobre este aspecto. El ejercicio físico también influye en las cantidades que el niño debe comer.

Se recomienda hacer tres comidas principales y dos o tres colaciones. Es muy importante que toda la familia coma lo mismo para que el niño sienta que no es "diferente". Es importante saber que los dulces ya no están totalmente prohibidos. Una vez que el niño aprenda a conocer cómo responde su organismo ante la comida y las inyecciones de insulina, puede comer algunos alimentos dulces, siempre y cuando su médico se lo autorice y sepa que deba incrementar la dosis de insulina en la cantidad adecuada.

La actividad física.

El ejercicio físico debe ser una parte importante de la actividad diaria de un niño diabético y esta enfermedad no justifica que el chico falte a las clases de gimnasia de la escuela. Hay que recordar que hay adolescentes y adultos que son atletas y deportistas profesionales y no sienten temor por ser diabéticos, simplemente saben que hacer ante la situación más común que es la hipoglucemia. Para enfrentar estos momentos, los niños deben tener a mano pastillas especiales o ingerir una bebida no dietética o simplemente un vaso de agua con azúcar.

La insulina.

La diabetes en los niños siempre se trata con control de la dieta e insulina. No obstante, durante el primer año después del diagnóstico, es posible que el niño necesite sólo una cantidad muy pequeña de insulina. Este período se conoce como "luna de miel". Los padres del niño deben administrarle las inyecciones de insulina hasta que éste alcance una edad adecuada para aprender a hacerlo por si mismo. Esta edad depende de cada niño, pero suele situarse alrededor de los nueve años. La insulina se inyecta debajo de la piel (inyección subcutánea), por lo general en la zona del abdomen o de los muslos, pero puede inyectarse en cualquier otro lugar donde la capa de piel sea suficientemente espesa.
Fuente: Rv Diabetes.
Grafico: fundacióndiabetes.org

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