Una reciente investigación halla que las personas que cuentan con la suerte suficiente de tener una variante en un solo gen, tienen mayor protección tanto contra la diabetes tipo 2, como contra la enfermedad cardiaca. Los individuos que tienen este rasgo no son inmunes a estas dolencias, advierten los investigadores, pero un estudio de cerca de 7900 sujetos halló que tenían hasta 48% menos probabilidades de sufrir cualquiera de las dos dolencias.
Esto nos da una muy buena idea sobre como se pueden desarrollar la enfermedad cardiaca y la diabetes aseguró el coautor Eric Rimm, profesor asociado de epidemiología y nutrición de la facultad de salud pública de la Harvard en Boston.
Los científicos no consideran que la diabetes y la enfermedad cardiaca sean congénitas, pero los genes pueden tener mucho que ver, aseguran. Sí sabemos que hay genes que hacen que las personas sean más susceptibles de convertirse en diabéticos si están expuestas a los factores ambientales adecuados, anotó Rimm.
En ratones, una variación genética parece proteger contra la diabetes tipo 2 y las arterias obstruidas. En su nuevo estudio, el equipo de Rimm examinó registros médicos y genéticos de 7899 personas para determinar si la variación hacía lo mismo para los seres humanos. Un total del 4,3 por ciento de las personas estudiadas tenían una copia de la variante genética, aseguró Rimm.
Estas personas parecen haberse ganado una especie de lotería genética porque los niveles de triglicéridos, un tipo potencialmente peligroso de grasa en la sangre, eran 12 por ciento inferiores en su sangre que en la de otros sujetos. El riesgo de enfermedad cardiaca también fue 34 por ciento inferior y, sí eran obesos, el riesgo de diabetes tipo 2, era 48 por ciento inferior que el de los individuos obesos que no portaban la variante genética.
Rimm sospecha que la variación genética ayuda a controlar las señales moleculares que influyen sobre cómo circulan los triglicéridos en la sangre.
Fuente: Rev diabetes.
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