Introversión y pasividad: es muy común que la embarazada se sienta con la necesidad de descansar, de hacer las cosas más tranquila y disfrutarlas. Ocurre también que disminuye el interés por algunas actividades que se realizaba antes del embarazo.
Narcisismo primario: la mujer se siente única, se centra en sí misma. Se le hacen conscientes todas sus necesidades. Es un mecanismo inconsciente y protector ya que procurará hacer todo lo que cree necesario y bueno para su bebé. Todo esto es natural y no debe restringirse.
Labilidad emocional: la embarazada se pone más "sensible". Hay variaciones en el estado anímico y hay mayor irritabilidad. Es determinante la personalidad previa de la embarazada.
Ambivalencia ante el embarazo: cuando la mujer se entera de que esta embarazada puede tener sentimientos ambiguos. Está feliz, pero a la vez puede sentir un poco de miedo, esta ambivalencia suele ocurrir en los días posteriores a la confirmación del embarazo. Después, es importante lograr la adaptación. Sin embargo, ocurre también que algunas mujeres se sienten culpables por haber sentido lo que sintieron en un primer momento. Saber que todo esto le ocurre a la mayoría de las mujeres, ayuda a no culparse, sino más bien a aceptarse y a estar tranquila.
Presencia de fantasías: lo más frecuente es que aflore el miedo al parto, a afecciones, a tener un niño con diabetes o con alguna deformidad, etc. Es común que las mujeres que tienen estas fantasías o sueños, no los cuenten, ya que piensan que al hacerlos conscientes o externalizarlos, se van a hacer reales.
Cambios de la imagen del cuerpo: es importante que la mujer embarazada acepte los cambios que ocurren en su cuerpo, que sepa que el aumento de peso y el cambio estructural son pasajeros. Lo recomendable es que esto sea sobrellevado con naturalidad. Se pueden presentar problemas de no aceptación, cuando la mujer valora demasiado la imagen corporal y/o cuando basa su seguridad en ella.
Fuente: Rev Diabetes.
Narcisismo primario: la mujer se siente única, se centra en sí misma. Se le hacen conscientes todas sus necesidades. Es un mecanismo inconsciente y protector ya que procurará hacer todo lo que cree necesario y bueno para su bebé. Todo esto es natural y no debe restringirse.
Labilidad emocional: la embarazada se pone más "sensible". Hay variaciones en el estado anímico y hay mayor irritabilidad. Es determinante la personalidad previa de la embarazada.
Ambivalencia ante el embarazo: cuando la mujer se entera de que esta embarazada puede tener sentimientos ambiguos. Está feliz, pero a la vez puede sentir un poco de miedo, esta ambivalencia suele ocurrir en los días posteriores a la confirmación del embarazo. Después, es importante lograr la adaptación. Sin embargo, ocurre también que algunas mujeres se sienten culpables por haber sentido lo que sintieron en un primer momento. Saber que todo esto le ocurre a la mayoría de las mujeres, ayuda a no culparse, sino más bien a aceptarse y a estar tranquila.
Presencia de fantasías: lo más frecuente es que aflore el miedo al parto, a afecciones, a tener un niño con diabetes o con alguna deformidad, etc. Es común que las mujeres que tienen estas fantasías o sueños, no los cuenten, ya que piensan que al hacerlos conscientes o externalizarlos, se van a hacer reales.
Cambios de la imagen del cuerpo: es importante que la mujer embarazada acepte los cambios que ocurren en su cuerpo, que sepa que el aumento de peso y el cambio estructural son pasajeros. Lo recomendable es que esto sea sobrellevado con naturalidad. Se pueden presentar problemas de no aceptación, cuando la mujer valora demasiado la imagen corporal y/o cuando basa su seguridad en ella.
Fuente: Rev Diabetes.
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