Diabetes y el cuidado de la piel

Es muy común que las personas con diabetes tengan problemas en la piel, ya que la elevación del nivel de azúcar o glucosa en la sangre hacen que esta pierda hidratación, se resequen y tengan más riesgos de lesionarse e infectarse. La piel es uno de los órganos que necesitan cuidados especiales en las personas que tienen diabetes. Cuando los niveles de azúcar están elevados la piel se reseca y se deshidrata, porque el cuerpo pierde líquidos. De ese modo puede causar comezón y dolor, y al rascarte puedes agrietar la piel e irritarla.

Al producirse una lesión o herida, los gérmenes o microbios pueden entrar al cuerpo con más facilidad, provocando una infección. Y como el exceso de glucosa alimenta a los microbios, eso hace que la infección sea mayor y muy difícil de sanar. Por eso es importante mantener la piel hidratada, lo que no significa ni húmeda, ni transpirada. ¿por qué? porque la humedad produce la aparición de hongos, que es otra de las condiciones comunes de la diabetes, especialmente en personas con sobrepeso.

Para evitar cualquiera de estos problemas.

* Mantén tu diabetes bajo control.
* Bebe muchos líquidos, de preferencia agua, para que tu piel este hidratada y sana.
* Mantén tu piel limpia y seca, utiliza un jabón no irritante, crema hidratante luego del lavado y talco en las áreas donde la piel puede quedar húmeda, como debajo de los brazos (en las axilas), debajo de los senos, entre las piernas (en las ingles) y entre los dedos de los pies.
* Evita ducharte con agua muy caliente y tomar baños largos y/o de espuma, cuando te seques , hazlo suavemente , no te frotes.
* En especial, cuida mucho tus pies. Revisa todos los días que no aparezcan llagas ni heridas. Usa zapatos cómodos, de horma ancha y de tacón bajo y ante de ponértelos verifica que no haya objetos extraños dentro de ellos.

Por último, recuerda que si mantienes tu nivel de glucosa a raya es posible evitar estas y otras complicaciones asociadas con la diabetes.
Fuente: Vida y salud.