La dieta y el ejercicio son inseparables en el tratamiento de la diabetes. Por eso, los hidratos de carbono que se ingieran siempre deben estar equilibrados con el mayor o menor gasto calórico que se realiza. Las recomendaciones a la hora de realizar ejercicios son:
* Hacer una estimulación de la duración, la intensidad y el gasto calórico que se hará durante la actividad física.
* Comer, al menos, de 1 a 3 horas antes de iniciar el ejercicio.
* Administrarse la insulina una hora antes de la actividad física, evitando las zonas corporales que se vayan a utilizar, por ejemplo, los brazos si se va a nadar y las piernas si se va a correr, etc.
* Realizar un control glucémico previo al inicio. Si la glucosa es superior a 250 ml, no se debe realizar ejercicios y si es menor a 100 ml, tomar un suplemento hidrocarbonado.
* Si el ejercicio es intenso y superior a una hora, se debe ingerir tanto hidratos de carbono como líquidos suplementarios cada 30 minutos y realizar controles intermedios.
* Después de realizar actividad física mantener controles glucémicos, incluso por la noche.
* Aumentar la ingesta calórica hasta 24 horas después del ejercicio en función de la intensidad y la duración del mismo.
* Tratar de realizar el ejercicio siempre a la misma hora, los mismos días y con la misma intensidad y duración, de forma que su control sea más fácil, así como el cálculo de la dosis de insulina.
Si antes de hacer deporte la glucemia sanguínea es de:
- Menos de 80 mg/dl: ingerir 20-50 g de azúcares antes de empezar y 10-15 g por cada hora de ejercicio físico.
- Entre 80-100 mg/dl: no comer nada antes de ingerir 10-15 g/h de azúcares cuando se haya cumplido una hora de entrenamiento.
- Entre 180-250 mg/dl: no tomar nada antes y a partir de las dos horas de actividad física, tomar 10-15 g/h de azúcares.
- Más de 250 mg/dl: no practicar deporte.
Fuente de consulta: Rev Diabetes.
* Hacer una estimulación de la duración, la intensidad y el gasto calórico que se hará durante la actividad física.
* Comer, al menos, de 1 a 3 horas antes de iniciar el ejercicio.
* Administrarse la insulina una hora antes de la actividad física, evitando las zonas corporales que se vayan a utilizar, por ejemplo, los brazos si se va a nadar y las piernas si se va a correr, etc.
* Realizar un control glucémico previo al inicio. Si la glucosa es superior a 250 ml, no se debe realizar ejercicios y si es menor a 100 ml, tomar un suplemento hidrocarbonado.
* Si el ejercicio es intenso y superior a una hora, se debe ingerir tanto hidratos de carbono como líquidos suplementarios cada 30 minutos y realizar controles intermedios.
* Después de realizar actividad física mantener controles glucémicos, incluso por la noche.
* Aumentar la ingesta calórica hasta 24 horas después del ejercicio en función de la intensidad y la duración del mismo.
* Tratar de realizar el ejercicio siempre a la misma hora, los mismos días y con la misma intensidad y duración, de forma que su control sea más fácil, así como el cálculo de la dosis de insulina.
Si antes de hacer deporte la glucemia sanguínea es de:
- Menos de 80 mg/dl: ingerir 20-50 g de azúcares antes de empezar y 10-15 g por cada hora de ejercicio físico.
- Entre 80-100 mg/dl: no comer nada antes de ingerir 10-15 g/h de azúcares cuando se haya cumplido una hora de entrenamiento.
- Entre 180-250 mg/dl: no tomar nada antes y a partir de las dos horas de actividad física, tomar 10-15 g/h de azúcares.
- Más de 250 mg/dl: no practicar deporte.
Fuente de consulta: Rev Diabetes.
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