En cuanto a las proteínas, quienes tienen problemas renales frecuentemente deben limitar su consumo más que las personas que solo tienen diabetes. La restricción dependerá de la etapa del daño renal. Lo que sucede es que en los casos más avanzados, es difícil que se eliminen los productos del metabolismo de las proteínas ya que éstos no se pueden filtrar cuando la sangre pasa por los riñones, lo que hace que se acumulen unas sustancias nitrogenadas en la sangre que causan efectos tóxicos. Por eso, quienes sufran enfermedades renales más avanzadas deberán elegir cortes de carne magra o con poca grasa, aves, pescados y huevos. Los lácteos, por su parte, deben limitarse por su contenido de fósforo.
Asimismo, deben evitar las carnes procesadas y limitar el consumo de cortes grasos, quesos, nueces y legumbres secas. En cuanto a las cantidades, nuevamente, tu médico o un dietista registrado te puede asesorar en tu caso particular.
Ahora, como todo esto puede reducir significativamente la cantidad de calorías en tu dieta, en muchas ocasiones te sugerirán agregar grasas de las que se consideran saludables, que incluyen: el aceite de oliva y canola, la mayonesa baja en grasa y los lácteos y quesos descremados (éstos últimos teniendo precaución con el contenido en fósforo).
Por último, en los casos de falla renal avanzada, probablemente te mencionen que tengas que prestar atención a la cantidad de líquidos, pero antes (aunque no tengas que limitar la cantidad), tendrás que prestar atención al tipo de líquidos. Los diabéticos tienen permitido tomar sodas sin azúcar, pero quienes tienen problemas renales deben evitarlas, especialmente las colas de color oscuro, que contienen ácido fosfórico. También, hay que evitar el alcohol y en especial la cerveza. Y cuando llegue el momento de controlar la cantidad de líquidos, recuerda de considerar también las sopas, las gelatinas y hasta el hielo que consumes.
Fuente: vida y salud.
Gráfico: vidaysalud.
Asimismo, deben evitar las carnes procesadas y limitar el consumo de cortes grasos, quesos, nueces y legumbres secas. En cuanto a las cantidades, nuevamente, tu médico o un dietista registrado te puede asesorar en tu caso particular.
Ahora, como todo esto puede reducir significativamente la cantidad de calorías en tu dieta, en muchas ocasiones te sugerirán agregar grasas de las que se consideran saludables, que incluyen: el aceite de oliva y canola, la mayonesa baja en grasa y los lácteos y quesos descremados (éstos últimos teniendo precaución con el contenido en fósforo).
Por último, en los casos de falla renal avanzada, probablemente te mencionen que tengas que prestar atención a la cantidad de líquidos, pero antes (aunque no tengas que limitar la cantidad), tendrás que prestar atención al tipo de líquidos. Los diabéticos tienen permitido tomar sodas sin azúcar, pero quienes tienen problemas renales deben evitarlas, especialmente las colas de color oscuro, que contienen ácido fosfórico. También, hay que evitar el alcohol y en especial la cerveza. Y cuando llegue el momento de controlar la cantidad de líquidos, recuerda de considerar también las sopas, las gelatinas y hasta el hielo que consumes.
Fuente: vida y salud.
Gráfico: vidaysalud.
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