lunes, 9 de septiembre de 2013

Vacunas (parte 2)

Vacuna contra la gripe:

Protege contra algunas de las variedades más frecuentes del virus de la influenza. Se sugiere aplicarla una vez al año durante el otoño. En general, una persona no debe recibir una vacuna antigripal si:

- Se tiene una alergia grave a los pollos o a la proteína del huevo.
- Está con fiebre  o tiene una enfermedad que es algo más que un simple resfrío.
- Tuvo una mala reacción a una vacuna antigripal previa.

Vacuna contra el neumococo:

El neumococo es una de las causas principales de neumonía. La neumonía es una forma de infección severa de las vías respiratorias. En las personas con diabetes una neumonía puede ser mucho más grave, de ahí, que una de las vacunas recomendada sea la vacuna antineumocóccica, que protege contra el neumococo que causa, entre otras afecciones, neumonía. Hay dos tipos de vacunas, la polisacárida que se usa en adultos y la conjugada, que se usa en chicos. No evitan las infecciones, pero reducen las complicaciones y las internaciones. Los diabéticos deben recibir una segunda dosis a los cinco años de la primera.

Otras vacunas.

Algunas vacunas que también son importantes en las personas con diabetes son:

Antitetánicas (tétanos): debe tener un refuerzo cada 10 años o si se tiene alguna lesión, sobre todo en los pies. La recomendación es reforzar con la vacuna doble bacteriana (contra tétanos y difteria) debiendo ser uno de estos refuerzos con la vacuna triple acelular (incluye componente para bordetella).

Vacuna contra la varicela.

Si no ha tnido esta enfermedad anteriormente. En los adultos puede presentarse también como herpes zoster. Esta infección es especialmente severa y recurrente en las personas con diabetes.

Precauciones antes de la aplicación.

* Todas las vacunas tienen indicaciones y contraindicaciones. Hay que averiguar cuales son las características de la vacuna que se va a aplicar, los efectos secundarios que puede tener y qué hacer en caso de que se presenten.

* Si se tiene alguna alergia, se le debe avisar al médico para que evalúe si se debe aplicar la vacuna.

* La mayoría de las vacunas se acompañan de dolor en la zona de aplicación que  puede durar varios días. No hay que frotar la zona, ni aplicar sustancias sobre ella.

* Algunas vacunas pueden causar elevaciones leves de la temperatura (menores a 38.3°C) que pueden controlarse fácilmente, no obstante, hay que consultar con el médico si debe tomar medicamentos en caso necesario.

* Hay que avisarle al médico si se tiene fiebre alta, dolor importante en la zona de aplicación, cambios en el color de la piel, pus o alguna otra alteración.

* Hay que llevar un control sobre las vacunas que se aplican a lo largo de toda la vida: fecha, dosis, reacciones, etc.

Un esquema de vacunación completo es esencial para el cuidado de las personas con diabetes.
Fuente: Rev Diabetes.
Gráfico: 20minutos.es




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