Para diabéticos, cultivo de estevia en el jardín.

Eres diabético ten en cuenta esto: cultivar estevia en nuestro jardín, con éxito por el método Joset Pamies. Debemos asegurarnos de que un brote de estevia sin raíces arraigue bien, para eso debemos seguir los siguientes pasos: llenar un tiesto con turba o tierra vegetal de esas que se consigue en cualquier jardinería y regarla hasta que quede bien empapada, de una planta de estevia que tenga unos 20 centímetros de alto, cortar los últimos 10 centímetros (asegurándose de que no acabe en flor), a los 10 centímetros el tallo que hemos cortado quitarle las 2 o 3 hojas de abajo, con el objeto de que el tallo pueda hundirse en la turba o tierra, luego presionar la tierra con los dedos alrededor del tallo, así el contacto con la turba húmeda es total, una vez que hemos cortado el tallo plantarlo de inmediato, de lo contrario debemos dejarlo en agua como si fueran flores cortadas.

Luego depositar el tiesto en un lugar sombreado, evitando que el sol impida el enraizamiento, regarla tres veces al día, por la mañana, al medio día y al atardecer, evitar que en ningún momento le de la luz del sol en forma directa, también debe estar protegida de las corrientes de aire para evitar su deshidratación excesiva, dentro de los 25 o 30 días el brote de estevia comenzará a enderezarse y comenzaran a aparecer algunas hojas, cuando eso ocurra traspasarla a un lugar donde le de un poco de sol y ya no parará de crecer, cuando comienza a crecer y aparecen las hojas nuevas, dejar de regarla tres veces al día y regar solo una ves al día en el verano y en el invierno regar poco.

A los dos meses de haber trasplantado el brote sin raíces en el tiesto pequeño, se lo vuelva a trasplantar pero ya a su lugar definitivo, que puede ser directamente en el suelo del jardín y al aire libre. A finales de otoño cuando vemos que la planta ya no crece y quiere llenarse de flores, es el momento de recortarla y dejarla a 10 centímetros y aprovechar las hojas para secarlas, en el verano para secar las hojas en forma correcta hay que evitar que le de directamente el sol, a fin de preservar todas sus propiedades medicinales.