Uno de los factores que debemos controlar es nuestra dieta diaria, para así no sufrir alguna enfermedad relacionada con trastornos alimenticios. Pero cuando la dieta a vigilar es la de un diabético las cosas se complican. Nada mas lejos de la realidad, ya que si nos marcamos una seria de pautas sencillas y sabemos combinar con imaginación y equilibrio, comer será un autentico placer.
A muchas personas, que se les diagnóstica con sobrepeso, precisamente porque no tienen ningún tipo de cuidado, con la composición nutritiva de los productos que ingieren. La obesidad es la consecuencia clara de una apuesta sin sentido por ciertos tipos de grasa que, además, pueden provocar problemas circulatorios, musculares y dolencias cardiacas muy serias. Así vemos que la dieta sana es imperativo de cualquier ser humano, sea o no diabético.
Si un paciente diabético, se ve obligado a ponerse a régimen, podemos poner en práctica pequeños métodos, que nos ayudarán en la lucha por conseguir una dieta balanceada, en la que las grasas consumidas sean las estrictamente necesarias para compatibilizar diabetes y alimentación. Es vital la importancia de que las cantidades de los diferentes ingredientes sean medidas con cuchara y además, considerar el susceptible aumento o pérdida de peso de algunos productos al cocinarlos.
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