El calzado:
Debe ser de cuero suave y flexible, de punta ancha y alta que permita el movimiento de los dedos. De taco bajo talón ancho y no demasiado alto (2 a 3 cm en el hombre y 5 cm en la mujer), sin costuras en el interior. No deben apretar ni ser demasiado holgado porque producen rozaduras. Siempre antes de calzarse, inspeccione el interior del calzado buscando cualquier elemento que lo puede lesionar. De ser posible, cámbiese los zapatos varias veces al día. Evite el uso de lengüetas largas que pueden lesionar el dorso del pie.
Si sus zapatos se ha mojado, no trate de secarlo próximo al calor para que no se reseque demasiado el cuero, ya que por tal motivo podría ocasionar lesiones. Use gradualmente el calzado nuevo; no mas de una hora diaria al principio. Si observa zonas enrojecidas, no los use más, y consulte a su médico.
Compre sus zapatos nuevos por la tarde. Los pies se hinchan, los zapatos que calzan por la mañana pueden ser demasiado apretado mas tarde. Las callosidades deben ser tratadas por un podólogo. Nunca ande descalzo, ni en interiores ni en exteriores. No use ligas o elásticos para sujetar medias. No use botellas de agua caliente, bolsas de agua caliente, almohadillas eléctricas u otros medios externos de calefacción directamente sobre la piel. Evite el uso de medias gruesas, con costura o cualquier tipo de labrado. Evite que sus medias húmedas se sequen en sus pies. No usen medias estrechas.
Realice algún ejercicio todos los días. Caminar incrementa la circulación hacia sus piernas y pies y lo ayudará a desarrollar nuevos, aunque mas pequeños vasos sanguíneos. Si sufre dolor en sus pies al caminar rápido, en subida o en una superficie dura, parar y descansar debería ayudarlo. Informe a su médico si tiene este problema.
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