Cuantas noches sin poder dormir, pasarme caminando por toda la casa, o sentarme en la computadora entrar a internet y entretenerme con algo para no pensar otra cosa. Es muy feo cuando no podemos controlar la diabetes, repito muy feo. Le doy gracias a María ines por bancarse todos mis cambios de carácter, mis broncas y muchas cosas mas, pero ella siempre atenta a mis necesidades y llevarme al medico todas las veces que lo necesité. Gracias a mis hijos por acompañarme siempre y dedicarme su amor y su ternura en los momentos en que mas lo necesité.Que hermoso cuando la familia tiene educación diabética y sabe como acompañar a su ser querido, porque se conoce sobre la enfermedad y eso beneficia al paciente, porque se siente acompañado en todo momento y le propicia mucha fuerza, para seguir luchando y buscando una mejor calidad de vida.
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