miércoles, 6 de abril de 2011

Endulzar sin alterar la glucosa

La diabetes no es un sinónimo de prohibición de comer dulces. Si se pueden consumir pero hay que saber como hacerlo. Uno de los aliados es la utilización de edulcorantes en las preparaciones que permiten saborear un rico postre y aún así mantener el nivel de glucosa dentro de los parámetros normales.

Para una persona que tiene diabetes no existen las prohibiciones alimentarias, pero si ciertas reglas que debe cumplir a rajatablas para evitar un aumento de la glucosa. Una de ellas es saber combinar los alimentos y realizar los intercambios de los hidratos de carbono que hacen subir el azúcar, los postres por ejemplo, hacen que se eleve el azúcar, al igual que las frutas, las pastas o el pan. Por eso, es aconsejable, que si se va a comer un hidrato, se realice el intercambio necesario para evitar una alteración de la glucosa. También hay que aprender a preparar los alimentos en forma saludable y para ello hoy en día se cuenta con un gran aliado como ser los edulcorantes.


Endulzantes, no todos son iguales.

Si bien el azúcar es el endulzante más natural, también existen en el mercado edulcorantes tanto naturales como artificiales que no aumentan el azúcar en sangre. Estos productos son los mas recomendables para las personas con diabetes porque son una opción segura para endulzar las comidas. Hay varios tipos:

Naturales:

Estevia: considerada uno de los endulzantes naturales más potentes que existen, llegando a tener un dulzor 30 veces mayor que el azúcar, incluso se puede cultivar en una casa.

Sucralosa: es el edulcorante de bajas calorías mas nuevo que ofrece el mercado. No le afecta el calor y mantiene el dulzor en bebidas calientes, productos horneados y alimentos procesados.

Sintéticos:

Sacarina: Se puede utilizar para endulzar alimentos calientes y fríos. Endulza 300 veces más que el azúcar.

Aspartamo: tiene entre 180 y 200 veces el poder edulcorante del azúcar. Su única contraindicación es utilizar en caso de fenilcetonúricos. Es probablemente el edulcorante de elección por su seguridad e inocuidad. El inconveniente que presenta es que es sensible al calor, perdiendo además su poder edulcorante en los procesos culinarios. No es apto para temperaturas altas, produciendo un tóxico.
Fuente: Colección salud y alimentación 2011, diabetes

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