Si eres el anfitrión tienes la mitad del problema resuelto. Las comidas permitidas para ti, son saludable para los demás. Y bien pueden ser sabrosas y originales. Busca recetas deliciosas y disminuye los carbohidratos (los azúcares refinados, el azúcar de mesa) y las grasas en lo que vayas a ofrecer, seguramente alguien te lo agradecerá ¿o crees que entre los invitados no hay nadie que se este cuidando para bajar esos kilitos de mas o incluso alguna otra persona que tenga diabetes?. Cuando te inviten, si es posible, pregunta que comida servirán, así puedes preparate con tiempo. Entre las comidas que no deberías comer, elige la que prefieras y sirvete solo un poco, para probarla y sacarte el gusto, luego, llena el plato con vegetales y otras opciones saludables que encuentres. Cuando llegue la hora del postre, elige frutas o aquellos que tengan bajo contenido de azúcar. Si vas a beber alcohol, es conveniente que sea sola una copa durante las comidas o después, pero nunca con el estómago vacío.
Fuente: Vida y salud.
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