
Los diabéticos son victimas de un gran debilitamiento de su piel, normalmente se presenta seca y fría, el tratamiento de estas personas es procurar endurecer este órgano y activar sus funciones, se recomienda frotación de agua fría al despertar, vida al aire libre, ejercicio moderado y abrigo que permita la circulación de aire en la piel, favorecer el normal funcionamiento del aparato digestivo y la actividad cutánea mediante el equilibrio de las temperaturas internas y externas del cuerpo.
El diabético orina abundantemente, de tres o mas litros por día, tanta pérdida de líquido provoca sed insaciable, también hay síntomas de insomnios, dolor de cabeza, picazón de la piel, trastornos en la vista y debilidad general, también puede haber gran apetito.
En el diabético cualquier herida se transforma en úlcera supurante, estas heridas no cierran.
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